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sábado, 31 de enero de 2015

EL BELLO REGALO DE LA MEMORIA




Las cosas de la vida,  cuando una persona se encuentra mal,  ya sea por el motivo que sea,  parece como si el tiempo se detuviera,  no da la oportunidad de ver el fin de la pesadilla que se está viviendo, parece como si se estuviera en un inmenso y gigantesco desierto en el que no encuentras ni una palmera para refugiarse del abrasador calor,  pero...  
Cuando uno se siente feliz,  el tiempo pasa tan rápido que no permite disfrutar plenamente de esos momentos de felicidad.  Cuando verdaderamente se aprecia el valor  de la felicidad que nos produce,  esta felicidad se desvanece,  y con ella también se desvanece una parte de nosotr@s.
Solo nos queda el bello regalo de la memoria y los pensamientos.  
Con estos bellos regalos podemos rememorar cada vez que queramos esos momentos de plenitud y de felicidad,  podemos hacerlos eternos en nuestra existencia,  incluso llegan a provocarnos las mismas emociones y sensaciones que vivimos en ese momento pasado,  nos puede producir escalofríos,  nos pueden provocar sonrisas y lágrimas de felicidad. 
Aunque toda cosa buena tiene su lado negativo,  como recordar los momentos de angustia y desesperación que vivimos en el pasado,  pero la memoria solo deberíamos hacer uso de ella para sacar el lado positivo de esas malas experiencias, ¿cómo? Aprendiendo a no cometer los mismos errores,  solo debemos recordar los puntos malos de nuestra vida para aprovecharla como experiencia. 
Y por supuesto,  hay que hacer uso de la memoria para rememorar todo aquello que en su momento nos lleno de una inmensa y plena felicidad. 
Hay que recordar que la felicidad no hay que buscarla en las cosas grandes sino en las cosas pequeñas de nuestro día a día,  una sonrisa,  una caricia,  un abrazo,  una demostración de amor, etc, en todas esas cosas pequeñas que pasan desapercibidas en nuestra vida cotidiana,  son a las que hay que prestar atención, porque en definitiva,  son las que llenan nuestra vida y las que nos ayudan a seguir adelante,  a luchar con coraje en el sendero de la vida. 
Pero tenemos la mala costumbre de no apreciarla.s  Se aprecian cuando ya la vida las arrebata de nuestro lado. 
Disfrutad de cada momento de felicidad que os sea posible,  ese el verdadero motor de la vida. 


1 comentario:

  1. Ya lo dijo don miguel de cervantes: "Nuestras horas con amor tienen alas; en su ausencia muletas

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